- ¡Buenos días Anselmo!
-¡Buenas tardes Luisa!
- ¿Buenas? ¡Pero si
estamos en enero y hace un frío que pela!
- No me sea pesimista,
¡No ve qué la gente está contentísima!
- ¿Dónde?
- Pues en la Convención
del PP. ¡Están tan felices que sólo les falta bailar la conga!, imagínese a la
Rita Barberá agarrando al Mariano…
- No me imagino
bailando a don Mariano, con las preocupaciones que tiene…
- ¿Por lo que ha dicho
Bárcenas?
- No, por las
elecciones griegas… ¡Qué va a ganar el Chirlas!
- ¡El Tsipras!
- ¡Ese! No me salía el
nombre, a mi se me dio siempre muy mal el latín.
- Como a don Mariano el
baile. Me extraña que no se arranque una jota con la algarabía que tienen en la
Convención…
- Pero… ¿Por qué están
tan contentos?
- Digo yo que será por
lo que les dicen las encuestas
- O por lo honrados y
honestos que son
- Yo he escuchado los
discursos y he sacado en conclusión que no hay ningún corrupto en el PP
- ¿Ninguno?
- Ni uno solo, ni antes
ni ahora
- ¿Y los que están en
la cárcel?
- No me sea ignorante,
esos ya no son del PP, aunque haya sido gerifalte durante un montón de años, si
pisa el trullo…¡Ya no es del PP!
- Yo aun diría más
¡Nunca ha sido del PP!
- Y además no lo conoce
nadie
- ¡Cómo van a conocer a
gente corrupta en el PP!, ¡Eso es imposible!
- Es verdad, me ha
abierto usted los ojos, ¡Qué honrados son, que perfección!
- Se me hace tarde, que
he dejado un huevo friendo en la sartén
- ¡Buenas tardes,
señora!
- ¡A paseo, caballero!
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