Lo cierto es que la idea religiosa
sobre el Paraíso y su vida ideal parece que ha caído en desuso y no se la creen
ni muchos de misa diaria. Por que es precisamente en esas filas conservadoras
donde se buscan más paraísos, pero no terrenales sino financieros.
Por lo que parece el Paraíso si existe,
el problema es que es carísimo y únicamente pueden acceder grandes
“personalidades” como el hijo del exHonorable, el presidente de la Comunidad
Autónoma que privatiza hospitales o un señor que estuvo 20 años de tesorero en
un Partido sin que le hiciesen una auditoría.
El Paraíso, de momento, sólo es
accesible para individuos sin escrúpulos, sin vergüenza, que ocupan o han
ocupado cargos que son para servir a los ciudadanos y que han usado para
lucrarse. Si la sociedad consiguiese acabar con toda esa calaña, no estaría más
cerca del Paraíso, pero si de lograr una vida más justa y un país más
respirable.
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