viernes, 29 de noviembre de 2013

No nos sirven

No nos sirven unas élites enfangadas constantemente en casos de corrupción. Da igual las siglas, casí todas están sucias, el mecanismo es siempre el mismo. Cuando se desvelan los casos -generalmente por parte de la prensa, no de los organismos estatales destinados a tal fin- siempre apoyan a los corruptos. Cuando son presuntos, cuando son imputados y cuando son condenados. Les da igual. No pasa nada.

No nos sirven las palabras de limpieza política cuando los hechos las contradicen. No se asumen las responsabilidades que conllevan los cargos, únicamente se cobra el sueldo. Llueve sobre mojado, Rajoy decía en 2008 sobre el ahora condenado Fabra, ex-presidente de la Diputación de Castellón, lo siguiente: "Fabra es un ciudadano y un político ejemplar para el PP". Lo hemos vuelto a ver esta semana cuando Rajoy a apoyado al presidente valenciano Fabra. Por cierto, 45 diputados valencianos a espaldas de su máximo dirigente regional, pidieron el indulto para un ex-alcalde corrupto. ¿Y qué pasó con "estos representantes del pueblo"?, ¿Hubo algún cese?, ¿Dimitió el presidente Fabra que públicamente renegó de la corrupción del PP valenciano? Les da igual. No pasa nada.

No nos sirven unos sindicatos totalmente integrados en la casta, con dirigentes cómodamente instalados en sus poltronas y con una corte de mantenidos, a costa del erario público, que en nada se diferencia de las de los partidos mayoritarios. Eso si, el 1 de mayo a cantar con la bandera roja y el puño en alto. Les da igual. No pasa nada.

No nos sirven las leyes anticorrupción o de transparencia, ni tampoco una Fiscalía del Estado que cuando le interesa se pone del lado del delincuente, sobre todo cuando tiene sangre azul. Les da igual. No pasa nada.

No nos sirven las "reformas" que esquilman sin piedad la Educación, la Sanidad o la Ciencia, castigando a las capas más débiles de la sociedad. En realidad, no están reformando nada porque todo sigue igual, con manadas de asesores políticos e inútiles partidistas viviendo sin trabajar de las arcas públicas. Eso no se ha reformado. Los recortes han acumulado fondos sociales para regalarlos a los bancos otra vez. Una banca que fue una de las causantes de la crisis por su búsqueda especulativa del beneficio rápido. Les da igual. No pasa nada.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Decíamos ayer...

Si ayer comentábamos las componendas judiciales, la laxitud con los ladrones de guante blanco, especialmente políticos, y lo escasas que son las condenas, hoy nos hemos desayunado con este notición que permite ver lo que el gobierno del PP cree en la transparencia, la honradez y la lucha contra la corrupción. El indulto a un empresario canario, prototipo de la peor España del ladrillo, muestra para quien gobierna Rajoy y sus secuaces. En este enlace está la información.

jueves, 21 de noviembre de 2013

De la Justicia y sus componendas

Una fecha, 19 de noviembre de 2013. Recuerden bien el dato. Anteayer mismo. Es importante reseñarlo, porque un hecho como el que anteayer perpetraron los partidos políticos mayoritarios parece propio de otras épocas. El acuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), muestra la idea de separación de poderes y el concepto de Justicia que tienen PSOE y PP. Los primeros, recién salidos de su conferencia política donde dijeron que querían cambiar muchas cosas, acercarse a los ciudadanos, etc., no han tardado ni una semana en demostrar que su "renovación" no era sino palabrería vacía. En la primera oportunidad que han tenido, han vuelto a demostrar lo que son, casta política. Por su parte el PP ha incumplido, una vez más, el programa con el que ganó las elecciones de 2011, donde se comprometía a permitir que los jueces eligiesen a sus representantes. Por no mencionar al resto de fuerzas políticas -con la excepción de UPyD- que han cumplido fielmente su papel de perrillos falderos y han recogido las migajas que los grandes canes les han dejado. Los nacionalistas han obrado en su línea normal. Poner el cazo es su especialidad, pero llama la atención que una IU que está subiendo en las encuestas por su oposición al bipartidismo, se halla metido en semejante entuerto. Allá ellos.

Es posible que Sus Señorías mencionen a Montesquieu en alguna de sus charlas, pero la idea de que los poderes no deben concentrarse en las mismas manos, no les importa lo más mínimo. Eso de tener un sistema  donde cada poder contrarresta y equilibra a los otros debe ser cosa de extranjeros, para España lo que sirve es la componenda y el descarado reparto del poder entre las siglas. Alguien debería explicarles que ganar elecciones supone servir al país cuatro años, y no exprimirlo en beneficio de intereses privados.

Este reparto supone un paso atrás en la lucha de los políticos contra la corrupción, en el caso de que esa lucha exista realmente, algo de lo que dudamos. Si los jueces responden a intereses políticos es imposible que solucionen problemas que implican a políticos corruptos. Las cosas ilógicas benefician a la casta bipartidista que más poder tiene en España. No es lógico que con una Justicia colapsada y padeciendo endémico déficit de medios, los delitos de corrupción prescriban a los cinco años. No es lógico que los políticos que son imputados (por no hablar de las infantas desimputadas), sean sistemáticamente excusados de culpa con los más variados e inverosímiles argumentos. Ahí están los casos de Fabra, Yolanda Barcina, Camps y Barberá, Pepiño Blanco, Matas, etc. Y cuando alguno, por casualidad, resulta condenado, se recurre al indulto gubernamental y asunto concluido.

La percepción general es que hoy por hoy y salvo honrosas excepciones, la Justicia presenta un funcionamiento bastante deficiente. En la cuestión clave de la corrupción, que es la que mide la seriedad de un país, en muchos casos nuestro sistema judicial forma parte más del problema que de la solución. 

martes, 12 de noviembre de 2013

Recuperaciones

Vivimos unos momentos donde parece ineludible volver hacia el pasado para encarar un presente incierto. Desde diferentes colectivos se habla de "recuperar" algo que fue positivo para ellos, lo que no deja de ser una maniobra de escapismo de la realidad actual, que se muestran reacios a aceptar.

Haciendo un sano ejercicio de autocrítica, deberíamos los republicanos preguntarnos si una buena parte de nuestras reivindicaciones deberían conservar como referente, como ha sucedido hasta ahora, lo sucedido durante la Segunda República. Cierto es que no hay mucho más donde apoyarnos, sin embargo el panorama actual es muy diferente del de hace ocho décadas y sería positivo aportar ideas republicanas a los debates actuales, bajo otros prismas muy distintos. Estamos rodeados de repúblicas, muy diferentes entre si y con organizaciones diversas, que nos pueden proporcionar elementos de análisis para aplicar a nuestras propias problemáticas. Si nuestro ideal republicano se refiere a un cambio de modelo, por encima de un cambio de jefatura de Estado, es necesario elevar la vista por encima de la mera recuperación de nuestro pasado histórico.

Otro que persigue una recuperación es el PSOE, que en la reciente conferencia política 2013, ha lanzado una serie de desordenadas propuestas, lo que según ellos suponen un "giro a la izquierda", con la pretensión de recuperar el voto perdido. Los grandes partidos occidentales, funcionan hoy en día como enormes corporaciones regidas por criterios de mercadotécnia, de ahí que los debates estructurales sobre los grandes problemas nacionales hayan estado ausentes del cónclave socialista, como acertadamente analizó en su columna Antonio Elorza.
Como muestra de esta ausencia de discusión profunda, basta recordar la propuesta de las Juventudes Socialistas, que pidieron al PSOE que favoreciese un referéndum para que los ciudadanos pudiesen optar entre monarquía y república. La respuesta de Jáuregui fue una componenda que dejaba claro que para el aparato socialista el republicanismo es un estorbo del pasado, que no interesa ahora, cuando el objetivo se ha fijado claramente en volver a ocupar las poltronas perdidas en 2011. La respuesta exacta del Sr. Jauregui fue que “El PSOE reivindica su tradición política republicana, pero cree que debe mantenerse el consenso constitucional sobre la Monarquía. No es posible un acuerdo alternativo en nuestro actual panorama social”. Lo único reseñable sobre esta declaración es que cuando fue leída, recibió una una sonora pitada. Al parecer, el recurso a la pataleta es lo poco que les queda a los militantes de los partidos mayoritarios frente al poder de sus castas.

Finalizamos con la recuperación económica, que según el PP ya ha llegado, aunque nadie sabe a donde porque un simple paseo por la calle sirve para darse cuenta que todo sigue igual o peor. Debe ser que en las altas esferas políticas y económicas se ven las cosas de manera diferente. En el planeta Tierra, a ras de suelo, con las nuevas leyes del aborto y educación, y con la ocultación de la memoria histórica, lo único que hemos podido apreciar es una cada vez más alarmante "recuperación" del Espíritu Nacional.