domingo, 12 de enero de 2014

Disturbios en Burgos y Melilla

La gente está harta y los poderosos siguen haciendo lo mismo de siempre, nada. Los estallidos sociales de Melilla y Burgos se producen como respuesta a hechos puntuales de política local, pero llevan detrás años de frustración y hartazgo. ¿Por qué hasta ahora casi nadie se había enterado de las denuncias civiles contra el pelotazo urbanístico burgalés? ¿Por qué hasta ahora estaba tapado el escandaloso desempleo existente en Melilla? Si la gente ha recurrido a la violencia es porque ya no aguanta más mentiras, porque los políticos siguen -con crisis y sin crisis- a sus negocios, con sus tres o cuatro sueldos, porque la desigualdad se está haciendo tan enorme como su estupidez, que ya es decir. Es un aviso a la mediocridad de quien gobierna. No se puede pisotear a la gente impunemente sin esperar una respuesta.

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