Los votos del domingo
medirán el desgaste de las grandes formaciones de la política tradicional, que
se siguen aferrando al poder como clavo ardiente –Samaras ha llegado a prometer
que despedirá a la Troika en febrero- y el verdadero alcance de los partidos
surgidos con la crisis social del sur de Europa.
sábado, 24 de enero de 2015
Grecia: Primer asalto
En este 2015
marcadamente electoral, las primeras elecciones a que se enfrentan las fuerzas
políticas españolas tienen lugar a más de 2.000 Km de distancia, en Grecia. Nunca antes unas
elecciones en un país extranjero habían servido para medir la temperatura
política en clave nacional. En los anticipados comicios griegos, se ha
producido por parte de las formaciones españolas una identificación inédita
hasta ahora con unos partidos foráneos. Para Podemos se trata de una especie de
primer encuentro con las urnas –tal es su simbiosis con el proyecto de Syriza-
y quieren estar cerca del previsible triunfo de Alexis Tsipras. En primera
línea de la revolución. Pero como dice el líder griego, es un cambio democrático
elegido por el pueblo que inventó la democracia. Ni el PSOE, agitando su
particular jaula de grillos en España, tiene mucha esperanza en el PASOK de Venizelos,
ni el PP confía en la victoria de Samaras, a pesar del insólito viaje de Rajoy
a Atenas. Sin embargo, este repentino interés por la política helena se puede
interpretar como un primer round entre los tres principales partidos que se van
a repartir el pastel electoral español en 2015. No debemos perder de vista el
mutismo de Ciudadanos en este asunto, un partido que evitará quemarse en muchos
de los debates suscitados y que seguramente conseguirá estimables resultados a
nivel nacional en el año electoral
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario