jueves, 8 de enero de 2015

Armas contra lapiceros

Cuando no se puede comprender la libertad, se usan las armas para acabar con ella. No es nada nuevo. Se ha venido repitiendo en diferentes lugares y a lo largo de momentos históricos. El brutal ataque que unos fanáticos islamistas perpetraron ayer contra Charlie Hebdo no es un hecho aislado, de hecho se puede enmarcar en un peligroso contexto del que ya habíamos sido alertados. No se puede bajar la guardia frente al fanatismo religioso, sus estrategias de amedrantamiento colectivo y la expansión de la versión más ominosa del Islam mediante la violencia. Están en juego las libertades individuales que las sociedades occidentales hemos conseguido tras numerosas luchas.

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