Y se despejó la incógnita. Después de muchas quinielas de nombres de papables, los cardenales han dado una sorpresa a la opinión pública eligiendo, parece ser que por una amplia mayoría, al cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio.
Parece ser que la sorpresa ha sido solamente para la inmensa mayoría de los mortales, pero no para ellos ya que este simpático cardenal no resultaba indiferente a la inmensa mayoría de la curia púrpura desde el anterior Cónclave, cuando su nombre sonó con fuerza como una alternativa al alemán Ratzinger dentro del sector menos conservador (entre los cardenales ya no existen progresistas desde el fallecimiento de mi admirado Martini) y su propia humildad hizo que renunciara a ser elegible para facilitar el acceso al papado del germano.
Dicen las malas lenguas que Scola ha hecho lo mismo en esta ocasión, sobre todo decepcionado por el variado apoyo del sector italiano y por la división entre la poderosa curia vaticana entre él y el cardenal brasileño Scherer.
En principio, este elección parece un gran acierto por la singularidades de este hombre, argentino, jesuita poco querido por su congregación (un punto positivo para él), humilde y ajeno a la corrupta curia vaticana.
Ahora se tendrá que leer el famoso informe y tomar decisiones ejecutivas importantes, deberá hacerlo con cierta rapidez y prontitud debido a su avanzada edad.
Entre sus retos, humanizar a la Iglesia católica y reformar la institución que es infumable en los tiempos actuales. Adaptarse a los tiempos y a la sociedad y ser ejemplo de piedad y humildad.
Creo está preparado para este reto, el tiempo lo dirá......
Salud y república.
PD Una vez más, ha sido bochornoso el escaso peso entre los cardenales de los españoles que son una banda de reaccionarios impresentables agarrados al poder igual que nuestros políticos, vaya ejemplo de España!!!!!!!
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