jueves, 28 de febrero de 2013

Ciao Benedetto

Están siendo múltiples y variadas las opiniones sobre los motivos de la marcha del Papa Ratzinger. No es menos cierto de que se trata de un hecho histórico ya que pocas veces en la historia papal alguien había renunciado en vida a mantener su celestial y perpetuo cargo, pero el teutón así lo ha decidido.

Era evidente que el Papa alemán no tenía nada que ver con su antecesor polaco, ni mucho menos. Ratzinger es un intelectual de talla pero poco amigo de las masas y de las formas de las que Juan Pablo II llegó a ser un auténtico maestro.

Cierto es que le ha tocado vivir una época convulsa del catolicismo con escándalos varios y una curia absolutamente enfrentada, sin que su forma de gobernar halla podido solucionar en estos ocho años. Leía hoy a Vargas Llosa que la inteligencia y la cultura no bastan para frenar el maquiavelismo con el que se ha actuado en el Vaticano en los últimos años.

Desde mi más profundo ateísmo, pero en mi condición de observador de la sociedad, he de decir que respeto y respaldo la renuncia del papa alemán por digna y consecuente, da paso a un nuevo Papa, esperemos que más joven y con menos achaques que pueda solucionar los diferentes problemas que asolan el pequeño Estado Vaticano y la espiritualidad de los millones de católicos.

Siempre sueño con un Papa abierto, joven, cercano, modernizador y reformista, pero sé que la curia cardenalicia no está por la labor.

Esperemos acontecimientos.

Habemus Papam????

Salud y República

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