La mayoría de los ciudadanos esperaba el discurso de un
estadista a la altura de las circunstancias, pero se encontró con un mitin de
presidente de partido político. Esta claro que el Sr. Rajoy no ve más allá de
las gaviotas.
A las cuestiones trascendentales surgidas en la última
semana, el líder cada vez menos popular respondió con frases hechas,
generalidades y victimismo barato. Ni una sola propuesta de limpieza a fondo,
ni una sola promesa a la ciudanía de medidas concretas contra la corrupción, ni
una sola aclaración documental que eche por tierra las pruebas aportadas por la
prensa. Él dice “es falso” y los demás, a comulgar con ruedas de molino. No Sr.
Rajoy, la ciudadanía está harta del espectáculo patético que está dando el
partido del Gobierno, harta de soportar los sacrificios mientras quienes los
imponen viven a cuerpo de rey con sueldos oficiales y sobres extraoficiales.
Es un insulto a la Justicia poner como ministra de sanidad a
una señora que había aparecido en una trama de financiación ilegal, pero es un
insulto a todo el país que, ahora que la policía confirma esa actitud corrupta,
la policía del Estado que preside el Sr Rajoy no lo olvidemos, defienda a la
ministra Mato y la ponga como victima.
El Presidente defiende comportamientos delictivos pero no
mueve un dedo por los desahuciados, por las nuevas legiones de pobres, por la
cada vez mayor masa de gente sin recursos. Sr. Rajoy, no tiene dignidad, váyase.
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