miércoles, 20 de febrero de 2013

Paripé de la nación

Si algo ha llamado la atención del discurso del Presidente en su primer debate del estado de la nación, ha sido su compromiso de iniciar medidas anticorrupción. ¡Que fácil es prometer para quien luego no cumple sus promesas! El Sr. Rajoy ha hablado sobre la corrupción en abstracto y ha prometido una serie de medidas para combatirla, como si fuese un problema del futuro.
Pero la corrupción es un problema concreto, está sucediendo aquí y ahora, especialmente en la calle Génova y en su propio partido. Las corruptelas está ahí con nombres y apellidos sobre los que se puede actuar inmediatamente, sin esperar al futuro. De hecho, lo que se ha hecho hasta ahora es apoyar y proteger a los corruptos, además de darles trabajo y sueldo, como si les hiciera falta.
¿Por que no actúa ya Don Mariano contra la corrupción? Muy sencillo, porque son de los suyos. Si fuesen de algún grupo de la oposición el discurso de hoy habría sido muy distinto. Una vez más, se ha tenido una miope visión de partido que ha pisoteado los intereses del Estado y el clamor de los ciudadanos. Esa es la clase política que tenemos.

El Sr. Rajoy es una persona inteligente y sabe de sobra la gravedad de los problemas del país, el cáncer que tiene el sistema político con los escándalos sin fin que la sociedad está más que harta de aguantar. Sin embargo, el Presidente de cara a la galería no reconoce la lacra y alaba la “honradez” de los representantes públicos. Cuando decide ocultar los desfalcos y airea absurdas teorías conspirativas, pura y llanamente está engañando a los ciudadanos. 

Es difícil de entender que el Presidente no haya aprendido la lección de 2004, lo cara que les costó la mentira a él y a su mentor el Sr. Aznar. Pero la vida es generosa y ofrece oportunidades para aprender cosas nuevas cada día. Hoy mismo en Bulgaria, ha dimitido el gobierno en pleno, incapaz de soportar la presión de un pueblo indignado con sus dirigentes.

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